Atraemos
lo que somos, no lo que deseamos
Mira
a tu alrededor. ¿Qué ves? ¿Qué ocurre? Todo, absolutamente todo cuanto acontece
en tu entorno es fruto de lo que eres y haces.
De este modo, eres el único
responsable de todo lo que te rodea y te ocurre.
Si
analizas tus resultados, tus amigos, tu trabajo, tus problemas, tus éxitos,…
están todos relacionados con lo que eres y con la suma de todas las acciones
que has llevado a cabo hasta el momento actual.
¿Estás de acuerdo?
Si
lo que pretendes es mejorar algunas de las cuestiones que ves y experimentas en
tu entorno actual, lo primero es aceptar que efectivamente eres el único
responsable de todo lo que ocurre y te rodea, y que efectivamente estás ahí y
has conseguido todos esos resultados como consecuencia de lo que has sido y
hecho hasta ahora.
Si
estás donde estás como consecuencia de lo que has sido y hecho durante todo
este tiempo, la segunda lectura de esta cuestión es que el lugar y resultados
que puedes alcanzar en el futuro también estarán directamente relacionados con
la acción que empieces a desarrollar a partir de este preciso instante, sin
estar condicionados por lo que haya podido ocurrir hasta ahora.
Así, si
consigues alcanzar una mejor versión de ti mismo en ciertas áreas, acabarás
obteniendo resultados en sintonía con ese nuevo entorno.
Fíjate
que en todo momento hablamos del ser y del hacer, sin nombrar en ningún momento
el “desear”, pues el deseo, por sí mismo no genera resultados.
Por
lo tanto, podemos concluir que para obtener mejores resultados, no bastará con
desearlo, sino con ser mejor. Siempre atraeremos cosas y resultados en relación
con nuestro “ser”.
Muchas
personas entienden que la ley de la atracción consiste en desear algo de forma
ferviente, y que el resultado aparecerá tarde o temprano casi de forma
inesperada. Pues no. El resultado ocurrirá sí y solo si te acabas convirtiendo
en la persona que esté en sintonía con esos resultados. No basta con soñarlo,
con desearlo o imaginarlo.
La visualización tiene un efecto muy positivo, y es
una herramienta tremendamente potente en el camino de las metas, pero no es
suficiente si no va acompañada de la acción correspondiente en ese salto
necesario en el “ser”.
Atraemos
todo aquello que está en sintonía con lo que somos y con lo que hacemos. Por lo
tanto, por más que imaginemos otros resultados, no llegarán salvo que vibremos
en la frecuencia del resultado y desarrollemos nuestras acciones en su entorno.
Puedes
entender el momento actual como el ideal para empezar a actuar y a desarrollar
tu acción en sintonía con la persona que quieres convertirte, y entonces sí,
verás que empezarás a conseguir hitos importantes en la dirección de tus
sueños.
Por
Miguel Ángel Guillo
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