El Museo Victoria & Albert de Londres
repasa nuestra obsesiva relación con los zapatos a lo largo de la historia
Los
pies están hechos para andar, pero nadie puede decir lo mismo de los zapatos.
El diseño más extremo de Chistrian Louboutin -bautizado como 'Ballerina
Ultima'- hace subir el tacón en paralelo con la planta del pie, de modo que
sólo pueden calzarse haciendo puntas. Y aun así es casi imposible dar más de
dos pasos. De manera que lo mejor es ponérselos a gatas y caminar si es posible
con las rodillas...
"Desde
tiempos inmemoriales, los zapatos han cumplido una función mucho más allá que
la de adaptarse al pie. La idea de convertirlos en esculturas o en 'joyas'
andantes ha estado presente en casi todas las civilizaciones. Los zapatos
siempre han tenido un poder transformador y han servido indistintamente para
seducir o para proyectar nuestro estatus".
"Somos
los que calzamos... y también lo que poyectamos al andar", palabra de
Helen Persson, comisaria de la de la exposición 'Pleasure and Pain' en el
Victoria & Albert de Londres: una invitación a caminar por la senda del
placer y el dolor, de la mano de Louboutin, Manolo Blahnik, Jimmy Choo, Prada y
todos los que los precedieron por los siglos de los siglos.
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